La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Los siete dones son: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Es verdad que "Los Dones del Espíritu Santo" son distintos y variados porque Él no se repite. Pero esta multiplicidad de carisma está destinada a conjuntarse y complementarse.