Arraigar la búsqueda del paraíso perdido en el lenguaje de los sueños y los símbolos, esencializar la melancolía y la nostalgia en la palabra, hacer de las cataratas del tiempo la vigilia de la memoria: he ahí la tarea poética de Jorge Teillier, una de las voces más personales de la actual lírica chilena. Impulsor de la llamada tradición lárica (del Lar, del Origen, de la Frontera), la aventura creadora de Teillier se remonta a la indagación originaria de lugares, momentos y situaciones que surgen desde el Sur mítico de la infancia, para crear una atmósfera que se complementa con referencias literarias y que intenta exorcizar la caída de un mundo degradado, con el hallazgo de un arraigo que es siempre efímero e ilusorio. Poesía que integra junto a las plazas de provincias y los sentimientos adolescentes, el recuerdo de un mundo que se deshace en la memoria y que sirve de pretexto para remontarse a los símbolos universales de la experiencia humana: Amor, Tiempo, Soledad, ausencia de Paraíso, hastío de la vida, Muerte.
Un libro que reúne los poemas, fragmentos y relatos del autor. Escrito según el, desde su perspectiva y en algunos casos [la creación que nace del choque mío contra mi doble, ese personaje que es quien yo quisiera ser tal vez. (Jorge Teillier)]. Par mi, como lectora, es un fragmento de una vida pasada de mi país, una parte de los cimientos del ahora.
... La poesía es un respirar en paz para que los demás respiren, un poema es un pan fresco, un cesto de mimbre. Un poema debe ser leído por amigos desconocidos en trenes que siempre se atrasan, o bajo los castaños de las plazas aldeanas... -EL POETA DE ESTE MUNDO-
... Desperté con ganas de hacer un testamento -ese deseo que le viene a todo el mundo- Pero preferí mirar una pistola La única amiga que no nos abandona... -PEQUEÑA CONFESIÓN-