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Sinopsis de LOS CANTOS DE MALDOROR

Obra incomprendida en su tiempo, Los Cantos de Maldoror surgieron en una época especialmente fértil e importante de las letras francesas y universales: Baudelaire acababa de publicar Las flores del mal  y Los paraísos artificiales; Rimbaud sus Iluminaciones y Una temporada en el infierno; Flaubert, Madame Bovary; Zola, Victor Hugo y Verlaine escribían, publicaban y provocaban. Este libro singular, desmesurado, impactante siempre, que alumbró en su breve vida Isidore Ducasse (1846-1870), autotitulado conde de Lautréamont, recorre sin trabas los abismos y las cumbres de la imaginación y la fantasía más exacerbadas, de tal modo que no es de extrañar que los primeros que lo reivindicaran, cincuenta años después de su aparición, fueran los surrealistas, quienes vieron en él una expresión precursora del espíritu que los animaba. La multitud y variedad de valoraciones que ha merecido desde entonces –de las que Ángel Pariente, impecable traductor del texto, nos da una ilustradora muestra en el prólogo que encabeza el volumen– dejan traslucir una cosa cierta: los Cantos pueden suscitar diversas emociones, pero nunca indiferencia.

2 reseñas sobre el libro LOS CANTOS DE MALDOROR

Me cuesta puntuar y reseñar este libro debido a su dificultad. Fue escrito por Isidore Ducasse entre 1868 y 1869. Los editores no quisieron publicarla por miedo a la opinión pública. La leyenda cuenta que entre los que se acercaron a ella hubo cuatro casos de locura, dos suicidios y un asesinato. El escritor la compuso con tan solo veintidós años. Murió a los veinticuatro. La novela es lo más oscuro que he leído en mi vida. El tema principal es el odio de Maldoror hacia la humanidad y su Creador. Ese odio lo convierte en una especie de Satán, un rebelde enfurecido que comete toda una serie de perversiones: asesinatos, torturas, violaciones, etc. No es apto para estómagos sensibles. En este poema en prosa Ducasse nos muestra una humanidad malvada y un Dios cruel e injusto al que se ridiculiza en varias ocasiones. En ocasiones la obra me ha recordado al Paraíso Perdido de Milton, por la forma estrofica y a las obras de Sade por su perversidad. No le doy más puntuación por la dificultad de sus razonamientos, metáforas oniricas, etc. Una muestra de su estilo: es bello como la retractibilidad de las garras de las aves rapaces, como el encuentro fortuito en una mesa de disección entre una máquina de coser y un paraguas. Su obra influyó en dadaístas y surrealistas.


Libro de mucha oscuridad y por momentos abstracto, pero valore su gran carga poética.


FRASES DEL LIBRO LOS CANTOS DE MALDOROR

He recibido la vida como una herida y he prohibido al suicidio que cure la cucatriz


Publicado porsmartinez143