«Esta es la “fórmula” poética más característica y al mismo tiempo más completa de Maria Teodora Miclea. Su secreto no está en la metáfora sino en el ritmo. Un ritmo especial, interior, que da sentido a todo lo afirmado anteriormente y que Maria demuestra dominar sorprendentemente bien. Es lo que lleva imperceptiblemente, pero también inevitablemente, hacia un significado profundo. Este ritmo, esta cadencia, se repite en casi todos los poemas, pero no como signo de pobreza sino como indicador de un muy definido estilo propio