Un documento literario, histórico y amoroso, imprescindible. Desde las primeras frases, escritas en 1947, por el joven Jaime, apenas un estudiante de veintiún años, se vislumbra ya el genio y talento de quien habría de convertirse en el poeta contemporáneo más querido y leído en lengua hispana. Los amorosos.
Con que locura te amo! ¡Que atrocidad de los días lejos! Enciérrate, amor, cuídate, cuídame tu cuerpo, guardame tu boca, tu corazón, no salgas, que no te mire nadie, entrégame al regreso lo que dejé, intacto, sin sol siquiera, encerrado, de mis manos a mis manos.
Chepita: Hace un momento te dejé: ya me haces falta, hace un momento apenas te dije adiós, y ya ha recorrido mi corazón la eternidad. Ah -ahora sí estoy enfermo. Enfermo de ti. Enfermo de mí. Enfermo del mundo. Enfermo, desoladamente enfermo.
Te conocí a tiempo, a tiempo de encontrarte, para saber que existías, para llenar mis ojos y mi boca de tu sabor. Para disfrutarte y que me disfrutes, Para tocarte y que me toques. No fuiste antes ni después, fuiste a tiempo. A tiempo para que me enamorara de ti”
Ojala te encuentre por aqui en alguna calle del sueño, es una gran alegria esta ee aprisionarte con mis parpados al dormir
los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan Su corazón les dice que nunca han de encontrar, no encuentran, buscan.