Un apagón histórico abre una brecha en el tiempo para que María Esther Gilio y Liliana Villanueva conversen durante nueve horas en una Montevideo lluviosa y en penumbras. La lucidez de Gilio —probablemente la mejor entrevistadora que haya dado el Río de la Plata—, su sensibilidad y su apertura total para asumir el rol de entrevistada resultan en un delicioso relato de una vida intensa. En la charla se recorren casi noventa años ligando una historia personal marcada por el exilio con el inicio de su trabajo en los medios, su rol de abogada de presos políticos, que la llevó a escribir el premiado libro La guerrilla tupamara, y sus entrevistas. Supo ser interlocutora tanto para grandes figuras de la cultura del siglo xx —como Juan Carlos Onetti, Jorge Luis Borges o Aníbal Troilo— como para María, una campesina migrante del nordeste de Brasil que cambió definitivamente su forma de ver al otro. Premio Testimonio de Casa de las Américas, Lloverá siempre es al mismo tiempo una novela confesional, una biografía caprichosa y una lección de periodismo. «"Somos nuestra memoria", decía Jorge Luis Borges, "somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos". Lloverá siempre no aspira a convertirse en una biografía de María Esther Gilio, apenas intenta ser la reconstrucción de una voz que nos cuenta —en primera persona— algunos inolvidables momentos de una vida rica y extensa, imágenes reflejadas en ese montón de espejos rotos que es toda vida humana».