Jack Lodoun sacrificó el amor por el poder para alcanzar la cumbre de su carrera. Una tragedia personal le ha enseñado la dolorosa imposibilidad de conseguir un divorcio. La notoriedad pública arruinará no sólo la reputación de Rose, sino también la suya. Sin embargo, no puede negarse a sus necesidades. Aunque antes de aceptar hacerse cargo del caso, Jack le reta a Rose a probar que existe una pasión que reemplaza a las promesas y la ambición.