LIMPIA

Estela abandona a su madre y a su vida rural para labrarse un futuro en la ciudad de Santiago, Chile, como empleada doméstica. Allí se siente atrapada en una vida monótona y vacía. El personaje de Estela interpela continuamente al lector, haciéndolo partícipe de su drama. Página tras página se respira tensión. Es una novela que me sorprendió gratamente. Opresiva y contundente, la autora sabe reflejar muy bien los sentimientos de esta mujer humilde que sueña con volver al sur, a su madre y a una vida que añora más que nunca, encerrada entre las cuatro paredes de su habitación mientras a su alrededor se va gestando su suerte. Recomendadísima!

"Limpia" es un monólogo que, al contrario que la mayoría de los monólogos, es muy fácil de leer y nos trae una historia que engancha como pocas, con las diferencias sociales como telón de fondo. En general, los pocos días que me ha durado en las manos, la he disfrutado bastante, me ha tenido intrigado, pero más allá de este rato entretenido, que no es poco, tampoco creo que sea una novela que vaya a recordar demasiado cuando pase el tiempo. La autora nos trae a Estela, que cuenta su historia desde lo que parece que es una sala de interrogatorios. Su historia desde que llega de Chiloé a Santiago para servir como empleada doméstica a la típica familia adinerada, formada por un matrimonio y su hija, que ha muerto. Así, vamos asistiendo al relato cronológico de Estela en ese casa, su relación con los miembros de esa familia y otros que aparecerán, retazos de su vida anterior, con las ansias de saber qué ha pasado con esa niña. Como thriller, fenomenal. El lenguaje es sencillo, muy sencillo, pero bueno (¿han visto alguna vez un chileno escribiendo mal? porque yo no), sin caer en simplismos y bastante universal. Quiere jugar con la tensión narrativa más que con la forma, lo cual ya me parece bien y más para una novela como esta. La sensación mía es que todos los elementos se precipitan irremediablemente ante el inevitable desenlace final. Como decía, juegan también un papel especial las diferencias sociales. La lucha de clases, si lo queremos llamar así. Una mujer humilde, de un lugar más o menos remoto o apartado, que emigra a la capital básicamente a limpiar la mierda de una familia rica. Una familia altiva, arrogante, educada pero distante, que nunca la considerará como una igual. Los que mandan y los que no tienen voz. Contraste a tope. Roles que se perpetúan, pero quizá hay alguna rendija por la que se puedan colar cosas distintas. En este sentido, ambientar la novela coincidiendo con las revueltas sociales que hubo en Chile hará unos años es un gran acierto, pero el escenario podría ser cualquiera y el momento histórico también. Para mí es una historia universal y atemporal. En resumen, tiene muchos ingredientes para que me guste, aunque, por lo que sea, tampoco siento que el poso que me ha dejado sea enorme. Por ello, mi calificación sería un 7 (3 estrellas y media), pero como Alibrate decidió recortarnos las medias estrellas.... Pues soy generoso. 9 de diciembre de 2023

De las mejores lecturas de este año! Estela, empleada doméstica de una casa y familia adinerada de Chile, nos cuenta cómo ha sido su vida y cotidianeidad desde que llegó hace 7 años a esa familia, hasta el presente que es cuando la niña e hija de la familia muere. Se sabe el final pero no qué sucedió y cómo. Por lo que desde este inicio, con un stres de narrativa constante te mantiene atrapado, intentando averiguar, leyendo pistas que son dejadas en esa vida y cotidianidad que nos cuenta la protagonista.Pensas que va de eso? De la niña, de su muerte? Vengo a decirte que no! Engaña la autora de una manera exquisita. Te mete de lleno con su estilo y destreza rompiendo la cuarta pared, ubica quiera o no al lector como el ojo que debe juzgar. Los hechos? No solamente. También te ubica frente a Estela. Poniendo en la mesa, incomodando con las tensiones de clases y genero, la desigualdad y de la naturalización y aceptación romantizada de otras nuevas formas de esclavitud.Limpia ha sido una novela que me conmovió, me incomodó, e hizo reflexionar. Si tuviera que definirla : es un retrato de las desigualdades, de la opresión, de una sociedad capitalista transformando en producto -elementos de utilidad la vida de unos en pos de otros.

📚 En 1ra persona, Estela, cuenta su vida, su trabajo y su cansancio fruto del día a día repetido como letanía, de la mañana a la noche, dedicada al bienestar de sus patrones. Y relata cada uno de los hechos que la condujo a un presente en el cual la tragedia la alcanza. 📖 Con claridad y maestría, la escritora expone una situación de desigualdad sin escapatoria, transmitida como posta, de madres a hijas, sin oportunidades ni salida. La sumisión de una vida de servicio, la esperanza que nunca se concreta y las desgracia que nunca llegan solas. 📖 Baste decir que la leí en un día. Sí, es corta, pero el motor hacia la última página es la adicción que genera la voz de su protagonista. Una voz que atrapa porque nos habla directamente y, en su decir, nos compromete e interpela. ¿Cuan grande es la infelicidad que se puede soportar? ¿Cómo nos atraviesan las diferencias? ¿Cuánto silencio podemos sostener ante el dolor y la injusticia? Una historia que angustia, incomoda y conmueve. ¡Una excelente novela que, por supuesto, les recomiendo!

Un libro que habla de la desigualdad con notas de odio y de dolor. Una distancia entre lo que queremos ser y lo que nos toca por defecto, encarnada en la voz de una empleada doméstica. A veces con resignación y otras con indignación, desgrana la mugre de las vidas. La otredad está presente a lo largo de toda la historia. Limpiar, no se trata de cosas, sino de historias, de pasados y presentes, de la suciedad de otros y la propia, encontrándose. Las cuestiones que se plantea el personaje reflejan la trayectoria de la autora, la herencia del amor, la soledad y el odio, la muerte y sus contrastes, en las manos, en el cuerpo, en los gestos, en las palabras y en los silencios, en las cosas. La forma y el lenguaje que utiliza la autora ayudan al lector a figurarse imágenes imborrables. Por último, el lector testigo permanente de la historia. Muy buena lectura.

Triste.....final sin sustancia.....