En plena Gran Guerra, un fotógrafo bilbaíno aficionado al mundo detectivesco se ve inmerso en la investigación de un asesinato escalofriante.
No está mal, las descripciones y detalles se ajustan perfectamente al contexto histórico, y, dado que los capítulos no duran más de dos hojas o tres, se lee muy rápido y no resulta pesado. Lo único que me ha "decepcionado" del libro es que, tras una trama tan bien desarrollada, el final parece escrito con las prisas y mete demasiado contenido en escasas páginas, pero de igual manera recomiendo la lectura.