Durante las excavaciones arqueológicas del Templo Mayor en la ciudad de México, a finales de los años setenta del siglo veinte, fueron encontrados y guardados en la más alta secrecía antiguos códices que hacen referencia a un jardín botánico de orfebrería, elaborado con metales y piedras preciosas de incalculable valor y belleza, construido bajo el mandato del Emperador Azteca Axáyactl.Estos códices ofrecieron pistas de un tesoro que parecía para siempre perdido. Actuando con el mayor sigilo se montó una pequeña expedición auspiciada por funcionarios de alto nivel gubernamenta