En La largueza del cuento corto chino son expuestos más de dos mil años de “misteriosa y monumental” poesía china a través de la mirada de José Vicente Anaya, quien, en referencia al laconismo oriental, comenta: “casi todos los maestros de las principales cosmogonías enseñaron con y a través de la brevedad. Según palabras del propio autor, su interés en el Oriente fue orgánico, fue un elemento armonizado con muchas otras cosas. Fundamentalmente fue buscar toda una serie de explicaciones de la vida y su filosofía.”