En torno al año 1050 de nuestra era, los anasazi habían creado en el suroeste de Norteamérica un imperio que no tenía parangón. Maestros astrónomos, comerciantes y arquitectos, destacaron por sus avanzadas edificaciones y por poseer una compleja red de carreteras. Sin embargo, en el momento álgido de su civilización, las luchas internas, los ataques externos de otras naciones y una terrible sequía acabaron con este floreciente pueblo.
Una pequeña probada, de lo grande que fueron las culturas del Norte de America. La pareja de arqueólogos Gear, meticulosos exploradores e investigadores de las culturas precolombinas en el área sur de Los Estados Unidos, establece como riguroso el punto donde el pasado se une al presente, para comprender la historia íntegra del continente americano. La tribu del Silencio, una de las muchas extintas sin causa conocida, integrada por varias “ subculturas” similares en comportamiento, que además compartían el área geográfica, se caracteriza por ausencia de lenguaje escrito, lo que dificulta su conocimiento, basado, en la actual cultura de los escasísimos indios “ Pueblo” y sus tradiciones orales. En este intento de novelizacion de un hecho histórico, se pone de relieve sobre todo la elevada espiritualidad , su capacidad arquitectónica, la solidaridad tribal, y se intenta explorar la actividad diaria, fundamentada en las impresionantes construcciones, el desarrollo en torno a los jefes tribales , pero sobre todo en los personajes que se supone tenían contacto con los dioses, conocían pasado y futuro conocían y guiaban hacia el inframundo. Regian la vida y actividades de la tribu...guerra, comercio, ceremonias. Siembra, etcétera Desde “ Luz Brillante “ hasta “ Mal Cantor” y en el centro de la historia un desfile de personajes de toda índole que aportan el elemento humano a la narrativa reconstructiva de una historia que realmente desconocemos y seguramente nunca llegaremos a conocer. .. Kachinas que guían y protegen , Shiwannas que solo reconocen el color de las almas....