LA ROSA DE HEREFORD

Hay novelas románticas que solo son eso, románticas. Pero también hay novelas románticas con un plus en el argumento y “La Rosa de Hereford” es de estas últimas. En su argumento el amor brilla por su ausencia en la mayor parte de la trama y lo que queda es el brillo del personaje de Madeleine, como imagen de la perseverancia y la resiliencia. Y también de la superación de los viejos clichés contra la emancipación femenina que, en su determinación por salir adelante, destruye sin casi ser consciente de hacerlo. La novela cuenta la historia de una muchacha muy joven, tímida y educada en los convencionalismos de principios del siglo XIX, que se ve desterrada y sola en un lejano caserón ruinoso rodeado de campos yermos y arrendatarios insatisfechos. Y como toda compañía, un sórdido administrador que solo administra en su propio beneficio secundado por su mujer, que le ayuda a robar todo lo que puede. En ese ambiente tan poco atrayente, Madeleine saca fuerzas de flaqueza para enfrentarse al administrador corrupto y empieza a conocer y a apreciar a la gente que vive en esos páramos yermos, a los que con su determinación, empatía y esfuerzo dará la oportunidad de mejorar su trabajo, su sustento y sus vidas. La figura de Madeleine va creciendo exponencialmente a lo largo de una historia de adversidades y superación, mientras la del protagonista masculino, Nicholas, decrece en igual medida, encerrado en su cerrazón y su rencor. En ese camino de soledad impuesta, Madeleine va forjándose su destino y construyendo a su alrededor una familia de personas no vinculadas a ella por lazos de sangre o matrimonio, pero sí por lazos de amor, respeto y cariño incondicional. Cuando Nicholas por fin se da cuenta de sus graves errores, parece demasiado tarde para remediarlos. Y solo le queda luchar para recuperar a su Rosa de Hereford. El argumento de la novela de Brenna Watson es bastante atípico en el género de la novela romántica, pero muy refrescante. Su lectura es ágil y la historia está bien estructurada. Se agradece que tenga pocos “colores pastel” y mucha dosis de superación personal y feminismo bien entendido.

Y es que LA ROSA DE HEREFORD ha despertado pasiones grandes en mi. He amado totalmente la historia de esta mujer, he admirado el gran talante que tiene, así como la dignidad con que toma las cosas y la elegancia al poner las cosas en su sitio. Si, adoré la rendición de él, que es grande y hubo redención, pero aún así, me quedé con tanto cariño hacia esta chica, que no lo vi suficiente. Madie es más grande que eso, y la verdad... con el amor que le tengo, lo veo muy poca cosa jajajajajaja ¿se nota el gran cariño que le tengo? Lo que si puedo asegurar es que esta es una gran historia, que no deja indiferente y que os va a despertar emociones de todo tipo, pero por sobre todo adoraréis a esta mujer como lo he hecho yo. Brenna Watson tiene una pluma deliciosa, delicada, que cautiva y conquista, deseo con todas mis fuerzas seguir leyendo sus historias, porque se que las voy a amar con todo mi corazón. ¡Feliz lectura!

Aunque en un principio no pensé en leerlo porque me pareció que era un argumento ya leído, y no me apetecía leer más de lo mismo, al leer una reseña me convenció en cambiar de parecer. Me ha encantado la historia. Pero sobre todo, me ha encantado Madeleine. Una niña que se convierte en mujer de la peor manera, sola ante la adversidad, pero que logra ganarse la confianza, el cariño, e incluso la admiración de personas notables y de distintas escalas sociales. Una mujer sencilla, con un gusto exquisito, una emprendedora audaz e inteligente, una visionaria, que a todo le da valor, y de a todo aprende, sabe escuchar y ver más allá. Una mujer con un gran corazón destrozado, que no creará trauma ni fobia por ello, como tantas y tantas novelas que leemos habitualmente, sino que lo llenará a rebosar con todas las personas que han estado a su lado y, de algunos más que van llegando. El libro consta de tres partes, a mi la que más me ha gustado es la del medio, el resurgir, el reinventarse de una dama. El tercero es el más romántico, y sabemos que se van a quedar juntos y tal, pero, coño, yo necesitaba dolor, que sufriera el mequetrefe del galán, por todo lo que le hace pasar, aunque haya logrado más que él, por eso se merecía más incertidumbre, más indiferencia, más... Dolor, "sufre cabrón" 😁 decía mi subconsciente, "no te la mereces ni una pizquita"🤷🏻‍♀️ la verdad es que estaba bastante ofuscada en el proceder del principio y no le he perdonado en todo el libro. Me ha gustado mucho, lo recomiendo de la misma forma. Más mujeres empoderadas en los libros 📚 hacen falta, y no tanta petarda sumisa.

En plena contienda contra Napoleón, encontramos a Nicholas, Arthur y Julien, tres amigos, tres aristócratas ingleses q se hicieron una promesa. Promesa que nos irá persiguiendo de una u otra forma a lo largo de la historia. En plena regencia inglesa, a su vez está Madeleine, una chica atrapada en el yugo de su madre, de fiestas y bailes en la temporada londinense para encontrar marido y con ello, un mejor sustento para la familia. Y en medio de ellos, el ardid y conspiraciones de una madre para q su hija llegue a ser la condesa de Sedgwick. Sin importar el daño que pueda llegar a hacer a su propia hija y al nuevo conde, y sus familias. Y todo lo que esa promesa y esas conspiraciones implicaron (bueno.... entre otras cosas, que para saberlas deberéis leer el libro) Esta no es una historia de amor al uso. De hecho, si lo fuera ni siquiera la habría empezado. No es un género que per se me atraiga. Y necesito que haya algo más. Pero esa vez, ya había leído otra historia de la autora, que para mi sorpresa ya me cautivó, asi que me imaginaba que podia encontrarme. Ilusa de mi..... lo que me en encontrado no llegaba ni a la suela de lls zapatos de mis expectativas. Es una historia de superación, lucha, evolución, de amor pero de familia, esas familias que tu elijes cuando la que te viene impuesta no está a la altura de llamarse "familia" . Es la historia de como una pobre chiquilla es prácticamente abandonada a su suerte en un caserón medio en ruinas en las afueras de un pueblo perdido en la campiña inglesa y como tiene q lograr sobrevivir sola. Bueno... sola tampoco, pq consigue rodearse de unos personajes magníficos que la ayudarán y lucharán a su lado para salir adelante, ella pero también ellos. Es una historia de lucha en común. Es el segundo libro que leo de la autora y, se ha repetido lo mismo que vi en Tierra de Nieve y Fuego, la autora crea unos personajes secundarios magníficos, que consiguen robarte el alma y el corazón en la segunda linea en la que aparecen. Así que bueno... digamos que esa niña consigue crear su propia familia gracias a estos maravillosos personajes. No todo el peso iba a recaer en los protagonistas. Y todos magníficamente creados. Los principales y los secundarios. Todos con una evolución brutal. Que hacen que pases de soltar una carcajada a una lagrimita en la misma página. La pluma de Brenna me ha vuelto a conquistar. Dos dias me ha durado el libro. Lo cual ya indica, que además estamos ante una lectura ágil y que consigue engancharte desde la primera página. Con una narrativa preciosa y capítulos cortos, nos desplazamos por un período de 11 años en el cual la autora nos muestra la vida y evolución de Madeleine. Como pasa de ser una chiquilla asustada a convertirse en la mujer que es en la actualidad. Y lo que implica. Para ella pero también para esa familia que ella crea y aquella que la dejó allí. Pero sobretodo, como va dejando huella en la gente que la rodea, en ese pueblo perdido en el campo inglés, esas gentes humildes por las que ella lucha en unos tiempos en los que el simple hecho de leer las noticias del día a día en el periódico ya era demasiado para una mujer. En un período en el que, a parte de las guerras napoleónicas y lo q implicaban, tuvo que enfrentarse a hambrunas, periodos de malas cosechas y una epidemia de tifus. Aquí es nada. Pero consigue rodearse de gente maravillosa que apostaron también por ella. Después de dos libros, me atrevería a decir que a la autora se le da bien la creación de este tipo de personaje femenino, les da una evolución brillante, son mujeres fuertes, luchadoras, inteligentes y con un corazón de oro. No sois conscientes hasta que leáis la historia de lo que he llegado a sufrir con todos, el odio y el cariño que he tenido con todos los personajes, porque si, a los que quieres les quieres como si fueran parte de tu vida, pero los que son odios es que los odias con todo tu ser. Pero es que los personajes que es capaz de crear a su alrededor no se quedan atrás. Dotados todos de unas personalidades singulares, atrapan al lector de una manera que cualquier logro o desgracia que les pasa, te afecta igual o más que si le pasa a alguno de los personajes principales. Sólo puedo deciros que, si aún no habéis sucumbido a las historias de Brenna Watson lo hagáis. Esta historia y en especial Madeleine, Jake, Elliot, Sir Lawrence, Nellie, Ruth, hasta Nelson, me han robado un pedacito de mi corazón. He reído, sufrido y llorado con ellos y por ellos, y he odiado a algunos de los que no nombro. La romántica no es lo mío, pero esta historia va más allá. Y eso es lo que la hace especial. Dadle una oportunidad a la historia de Madeleine, y descubrid junto a ella en lo que puede llegar a convertirse y lo que puede hacer por las gentes de ese pueblo donde la desterraron. Os aseguro que no os vais a arrepentir.

Me ha gustado mucho esta novela que, aunque básicamente es romántica, aúna en sus páginas muchos elementos de la novela de época, de landscape, histórica y de otros tipos sin poder encasillarla claramente en uno de ellos. Empieza en la batalla en España contra Napoleón para relatarnos en dos voces la vida de los dos protagonistas. La primera parte nos relata mucho de las convenciones con las que vivía la alta sociedad británica, las fiestas, las obligaciones y la estrechez de posibilidades para las mujeres de la época, donde la simple estancia en una habitación de una mujer soltera con un hombre mancillaba su honor y en el mejor de los casos se resolvia con una boda. La mejor parte es la segunda, donde se relatan las visisitudes de Madeleine tras llegar a Blackrose Manor, tras quedar a merced de todo tipo de personajes manipuladores, de sufrir penurias, enfermedades...ella sigue teniendo un gran corazón y no se deja hundir. También he encontrado personajes maravillosos como Sir Lawrence, Nelly o Ruth...pero todo gira alrededor de ella que consigue hacerlo sin darse importancia pero sin dejarse pisotear. Cuando en la tercera parte la familia del conde le hace el vacío o la menosprecia vilmente resulta muy poco inspirador y desde nuestra perspectiva en el mundo actual no se entiende que sean incapaces de ver su valía. Porque en el fondo es un libro feminista, una mujer en un mundo de hombres que consigue brillar por méritos propios sin pisar a nadie en un momento de la historia donde la mujer era simplemente un complemento que exhibir. Gracias a mujeres como ella conseguimos mucho de lo que tenemos ahora. Escrita con gran delicadeza y elegancia, es una historia de las que te llegan al corazón, de superación, de bondad, de tenacidad...con personajes muy bien estructurados y una ambientación muy cuidada, al igual que la documentación histórica que nos va dando detalles de la época, de las costumbres, de las reglas... Otra autora habría prolongado la narración para hacer una bilogíoa o una trilogía, pero acertadamente la autora ha controlado las descripciones y ha conseguido una novela redonda y completamente adictiva.

No sabía que me hacía falta volver a leer una novela romántica de época. Volver a ese Londres en la regencia, pero esta historia va mucho más allá. Nicholas vuelve de la guerra porque su hermano a muerto y debe hacerse cargo de su familia y será el nuevo conde de Sedgwick, pero vuelve con una promesa que le hizo a su amigo moribundo, antes de poder cumplirla se ve en la obligación de casarse con Madeleine para evitar un escándalo. Se siente engañado por su futura esposa y por la madre de esta y cuando se casan "destierra" a su esposa en un lugar deprimente y casi en ruinas. Once años después el rey quiere conocer a la mujer de Nicholas y por eso el destino vuelve a juntarlos. He vuelto al Londres de la regencia y ha sido una auténtica maravilla, es verdad que de no tendremos mucho baile y mucha sociedad, porque esta historia va más allá, esta historia es como Madeleine crece y se reinventa en un lugar donde está aislada y su marido la deja abandonada en un lugar que se cae a trozos. Pero once años después, deben volver a verse, es más, deben convivir y mostrar al rey y a todo Londres que son un matrimonio, lo que Nicholas no esperaba era encontrar esa mujer tan fuerte, una mujer que se vale por sí sola y una mujer que no le teme a nadie. No os quiero contar mucho de la trama porque es de esas que debes descubrir poco a poco y ver la evolución de la protagonista, ha sido brutal. Madeleine tiene una evolución poco a poco y sobre todo elocuente con quién es ella y con quién quiere ser. Una mujer que va a luchar con todas sus fuerzas, que no sé va a dejar amedrentar por nadie y que ningún hombre va a volver a decirle lo que debe o no debe hacer. Una mujer que se reinventa a sí misma y la que veremos como poco a poco se va ganando el cariño y el respeto de muchas personas. Es una novela en la que aparecen muchos personajes, cada uno tiene su importancia en la historia, la mayor evolución la tiene Madeleine pero , en mi caso, también me ha gustado como Nicholas se da cuenta de las cosas, de los errores que cometió y que, tal vez, no todo era como él pensaba. Es una historia que abarca más de once años, con lo cual os podéis imaginar que vamos a ver a todos los personajes cambiar y crecer. Pero tengo que hacer una mención especial para Jake y Elliot, no os puedo decir quiénes son, pero sí que se han convertido en dos personajes que te roban el corazón desde que aparecen en la novela, dos chicos que su evolución también es muy grande pero sobre todo la protección que tienen hacia Madeleine. También tengo que decir que Beatriz, la mujer de uno de los hermanos de Nicholas, no me ha caído nada bien, y el motivo por el que trata así a Madeleine no tiene justificación, la he visto una mujer interesada y que se había hecho con un sitio que no era el suyo. Tenemos un romance que empieza de la peor manera, un Nicholas sintiéndose engañado por su mujer y su suegra y hace algo que no se puede justificar, pero once años después descubre, poco a poco, que su mujer no es lo que él pensaba. Va a descubrir con quién se casó y que ella también fue engañada, pero veremos cómo los sentimientos afloran y nos hacen hacer cosas que no esperábamos. Madeleine por su parte irá descubriendo sensaciones que le hace sentir su marido, cosas que no esperaba y sobre todo porque ella ya tiene una vida, una vida que ama y que no cambiaría por nada del mundo, ni por nadie. La rosa de Hereford es para ideal para aquellos apasionados de la novela romántica histórica, donde veremos la lealtad hacia uno mismo, la fuerza de las promesas y viviremos juntos a Madeleine la fuerza y la voluntad que tiene, pero sobre todo que no se va a dejar manipular por nadie que ella es la que decide qué hace con su vida.

Me gustó, pero no creo que lo vuelva a leer.