La religión del lenguaje español ofrece buena muestra de la lógica poética a que obedecen los ensayos de Larrea y que, en su concepto, es la que rige la realidad profunda de nuestra humanidad colectiva y la orienta hacia su destino prometido. La conferencia pasa de ocuparse del lenguaje español a la diáspora de los poetas republicanos que lo representan, transita por las revelaciones del Apocalipsis y los escritos de Unamuno, va del mito de Santiago al de Prisciliano místico y mártir. Plasma, en suma, un momento decisivo de las exploraciones maravilladas de un Larrea en todo su vigor.