Una inmersión fascinante en una cultura en vías de desaparición. Tras seducir a lectores y críticos de todo el mundo con El abanico de seda y Dos chicas de Shanghai, Lisa See vuelve a cautivarnos con La isla de las mujeres del mar, una bella e introspectiva novela sobre los lazos de amistad de dos jóvenes hanenyeo -mujeres buceadoras de la isla surcoreana de Jeju, cuya forma de vida ha sido reconocida por la Unesco como patrimonio de la humanidad- y las poderosas fuerzas, tanto naturales como históricas, que las rodean. Kim Young-sook y Han Mi-ja empiezan su preparación como haenyeo. A pesar de sus diferentes entornos familiares, pronto se hacen íntimas, aprenden la técnica del buceo y se enfrentan juntas a las exigencias físicas y los fracasos emocionales de su trabajo. Durante medio siglo, las dos jóvenes forjarán una sólida relación al tiempo que su vida se verá envuelta en acontecimientos tan trágicos y extraordinarios como la Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea y sus secuelas, y tan inevitables como la irrupción de los teléfonos móviles y la llegada de nuevas políticas e ideas a la isla. Sin embargo, tras sobrevivir a cientos de inmersiones y desarrollar el más estrecho de los vínculos, algo que escapa a su control acabará rompiendo su amistad. Narrada por la entrañable voz de Young-sook, La isla de las mujeres del mar es no sólo una magnífica saga familiar con extraordinarias ramificaciones, sino también un vívido retrato del mundo singular y poco conocido de la isla de Jeju y de las atrocidades sufridas por sus moradores bajo la ocupación japonesa.
Pese a no estar convencida inicialmente, ha sido un maravilloso descubrimiento. La tradición de las haenyeo, el contexto socio histórico y sobre todo la relación entre ambas protagonistas me ha ido atrapando a medida que leía. Es una novela muy cruda pero a la vez preciosa. No puedo más que recomendar que se sumerjan en ella.
Maravilla. Novela redonda sobre la amistad, la supervivencia, el perdón o la culpa. Dura y violenta también, como la vida de estas buceadoras coreanas y todo el pueblo al pasar de la dominación japonesa a la esquizofrenia anticomunista. (25 de mayo de 2020)