Según recientes inventigaciones, la obesidad es la causa principal de la inflamación sielnciosa, una dolencia que amenaza la salud del mundo occidental y que puede desembocar en enfermedades tan devastadoras como el cáncer, la diabetes, el alzheimer o los problemas cardíacos. Y como no presenta síntomas, cuando advertimos su presencia a menudo es demasiado tarde: la enfermada crónica ya se ha instalado.