Viaje a través de la noche, La guerra de Galio es un cruce de la imaginación con la historia colectiva y las íntimas catástrofes, retrato de la generación que comenzó su vida adulta en 1968, vivió la guerrilla de la década siguiente y mientras tanto llevó a cabo en México la formación de una vida intelectual y una prensa modernas. La virtud de La guerra de Galio -ha escrito Carlos Fuentes- es que deslinda y distingue con una claridad deslumbrante, aunque en una atmósfera turbia, las pasiones y posiciones reales del disfraz político. Todos los mexicanos hemos vivido por lo menos una parte de esta guerra de Galio. Todos conocemos a los hombres brillantes que dejaron el talento en la charla de café, la borrachera, la política fraguada entre el burdel y la cantina. Aguilar Camín ha vivido y escrito esto para nosotros. Estas biografías laceradas son, pudieron ser, las nuestras.
Esta novela me parece muy buena porque nos da un panorama de lo que fue el periodismo que generó el periódico Excélsior y quién fuera su director del 68 al 76: Julio Scherer. Aguilar Camín escribe esta novela incluyendo un personaje conflictuado entre sus relaciones con varias mujeres y el "hervidero" político de su generación, además del nacimiento de un periodismo que marcó diferencia dentro de la vida comunicativa del país. Las encrucijadas entre la corrupción, el amiguismo y la manipulación mediática ejercida desde el poder es un retrato de las realidades que, hasta hoy, seguimos viviendo en México.