Ninguna mujer ha entrado jamás a la fábrica de cristal, fuente de trabajo y corazón del tranquilo pueblo rodeado de montañas que es Pico Chato.Luego de la muerte de su padre, Gemma -que ha vivido siempre en Ciudad Mayor- debe abandonar sus estudios de pintura y mudarse al pueblo donde vive su tío. En ese lugar está la fábrica donde los hombre moldean en colores translúcidos los más hermosos objetos.