En un pequeño enclave costero del Mediterráneo, miserable y olvidado, habitan los excéntrios personajes de La extranjera: poetas locos, jóvenes desahuciados que acuden a la playa al atardecer para llenarla de violenia y de misterio con sus bozales, peleas y alaridos. Desertores, damas millonarias, espías y conspiradores que han llegado huyendo de los horrores de la Segunda Guerra Mundial dibujan una extraña colonia de especímenes, que parecen haber saido de los sueños de los protagonistas.