KEKA

4,5 estrellas Keka es una joven que se ha criado en un hogar complicado, con un padre maltratador y una madre que hace lo que puede. Es una muchacha agresiva que toma decisiones equivocadas. Sus pasos se cruzan en el camino de un peligroso hombre que cambiará su mundo y su vida. Alejandro Guillán nos narra la historia de amor entre dos mujeres muy diferentes, Keka y Teresa. Pero para ser testigos del romance, primero tendremos que conocer las vidas de varios personajes, y de la propia Keka. En los años cincuenta conocemos a Ángel, un niño de diez años hijo de una prostituta. En los ochenta a Víctor, un joven estudiante de arquitectura. Un poco más tarde conocemos a Paulo que presencia la muerte de sus padres en Brasil. Y por último tenemos a una Keka de catorce años. Poco a poco el autor nos va mostrando las vidas de los personajes y su desarrollo personal. Somos testigos de como sus historias confluyen con la ciudad de Vigo como escenario. Las historias personales son muy interesantes y te mantienen enganchado a la novela todo el tiempo. También se nos describe la ciudad de Vigo y viajamos brevemente a Japón. Keka es la encargada de narrar su historia, para el resto el autor recurre a la tercera persona. "Keka" es una de esas obras en las que los personajes son más importantes que la trama, ya que son ellos los que nos conducen a esta. Tenemos historias personales muy duras y tristes. Nuestros personajes toman decisiones que marcarán sus vidas cuando aún son demasiado jóvenes para ello, y será el lector el que tendrá que juzgar si han elegido bien o mal. Un sorteo me dio a conocer este libro que me ha sorprendido gratamente. La portada me llamó la atención y el argumento me intrigó, así que me decidí a participar. Lo que el autor nos cuenta es muy interesante y fui haciendo mis cábalas sobre la posible conexión entre los personajes, y no andaba muy desencaminada. El primer 60% del libro se nos va en la presentación de los personajes desde la infancia hasta la época actual. Pero no es repetitivo ni aburrido ya que el autor dosifica los datos y va intercalando vidas para hacer más amena la narración. A partir de ahí todo ocurre más deprisa hasta el desenlace final. Tenemos asesinatos, venganzas, vidas truncadas y personas que se reinventan y toman decisiones duras. Al ir alternando las diferentes historias se logra un ritmo muy ameno. Me ha gustado mucho la novela y, a pesar de su longitud, no se me hizo larga ni aburrida en ningún momento. Encontré algunas situaciones algo exageradas, pero no deja de ser una obra de ficción que pretende entretener al lector. Le seguiré la pista al autor.