HOSPITAL POSADAS

"Entraron al hospital con una multitud de soldados. Usaron tanquetas, helicópteros y unimogs. Desde el comienzo el factor fue la desmesura. La desmesura y el apremio. Nada, dijo alguien. Apostaron a la confusión: ordenaron al personal que se formara en filas, aunque fueran civiles. El aire se cargó de órdenes". Lo primero que pienso después de terminar de leer esta inquietante y maravillosa novela es que el pasado siempre vuelve, o mejor dicho, nunca se fue. El Hospital Posadas fue uno de los centros clandestinos de detención durante los '70. Una mole de edificio en la localidad de El Palomar, en el conurbano bonaerense. La historia se desarrolla en tres períodos diferentes de la historia argentina. Los negros años '70 representado por este lugar siniestro. Los comienzos de los '80, el comienzo de la democracia, donde pululan estos personajes "mano de obra desocupada" que hacen peligrar una democracia todavía muy débil, y la época actual. No lo hace cronológicamente, sino que va saltando en los diferentes períodos uniéndolos en un capítulo final donde todo encaja perfectamente. En el trayecto vamos conociendo al protagonista, del cual nunca se revela el nombre, y los personajes con los que se va relacionando, como Ángela, una vieja novia, la Punky, una amante casual, Zubiarreta, etc. Pero el personaje más enigmático y el más desarrollado es Cardozo, cuñado de Ángela, ex servicio de las fuerzas armadas durante la dictadura y miembro de los servicios secretos en los '80. Una novela difícil pero atrapante, muy porteña y con uno de los mejores finales que leí en mucho tiempo.