Un libro donde no te muestra una triste realidad sino muchas. Desde Hong Kong hasta Mongolia, Manila, Indonesia, Afganistán. Un corresponsal de guerra que fue reuniendo historias duras de sobrevivencia en momentos críticos de cada país que nombra en este libro. Son historias muy crudas muy duras y muy deshumanas. Historias que te hacen preguntar ¿por qué yo sufro por tan poca cosa? Estás biografías crudas de cada ser humano que vivió en épocas muy duras te llegan de una manera que no puedes evitar derramar lágrimas, por la injusticia vividas por la falta de suerte por la pobreza por la humillación y por último por un simple juego de escondidas tener un final dramático y tan injusto que no tiene nombre esa fatalidad. El libro muestra la dura vida que vivieron los asiáticos en tiempos de dictaduras de dinastías, dónde todo era para quien estaba arriba y el pueblo moría de hambre e injusticias. Un libro crudo pero fueron vidas reales y eso es lo más crudo que no es ficción sino la cruda realidad de lo más inhumano