HERENCIA

Nos llevan a un mundo cruel y despiadado, donde la maldad tiene muchísima ventajas, los humanos son corrompidos de sus creencias y la sed de venganza es normal. Solo hablaré del 1er libro. La historia no se centra en un solo personaje, mientras vas avanzando en los capítulos, algunos personajes cierran su ciclo, otros nacen y así están. En Sylvania, el conde Otto van Drak se enferma, mientras que el doctor y el sacerdote hacen todo lo posible, aparece un invitado especial, Vlad con Carstein, quien se casa de inmediato con la única hija de Otto y se vuelve conde después de la muerte de Van Drak. Resulta que Vlad es un vampiro y tanto el doctor como el sacerdote logran salir con vida del castillo. Con el paso de los años, Stefan Fischer y Jon Skekall, dos amigos que perdieron a sus esposas por culpa de algunos vampiros, toman venganzan, matando uno por uno hasta que buscan al último vampiro vivo, Sebastián Aigner. Vlad logró hacer su ejército de vampiros, y de la nada ya estaba reviviendo a los muertos y yo: WTF! todo se fue a la shit. Debo de admitir que amé a estos personajes, creo que su forma de pensar y de esa sed de venganza me llamó la atención, sobre todo Jon, fue un personaje que su pasado lo perseguía. El libro no es para nada bonito, tiene miles de partes crudas y de maldad, hay mucho contenido explícito con las matanzas, sangre por todos lados. Aquí no hay final feliz, y todo el trascurso estaba sorprendida de los giros que daban. Hubo partes que se me hicieron pesadas, pero que por algún motivo eran necesario. Lo que sí, el escritor es muy detallistas y la mayoría de los capitulos son largos. Solo diré: Felix Mann, eres mi ídolo, te amo. Es uno de los tantos personajes, pero este se la comió, un simple ladrón hizo mucho, a pesar de que tuvo ayuda, desató la furia de Vlad a más no poder.