FUEGO POR FUEGO

Una novela dura, que te atrapa desde el minuto uno. Una dura realidad, la de los movimientos migratorios que huyen del conflicto, el hambre y la miseria. Es muy recomendable su lectura, y entender que todo no acaba con la llegada al "primer Mundo", sino que la labor integradora de las sociedades receptoras es vital.

La historia de un inmigrante que tras hacerse pasar por muerto entre cadáveres con su bebé,con su mujer asesinada y su hijo alistado a las hordas asesinas de su pueblo emprende una huida hacia el continente europeo con todo lo que todo ese viaje conlleva. Un relato contado a dos voces,la de un padre que lucha por darle una vida mejor a su hija y esta que se ve metida en un bucle marginal y con una gran falta de identidad.Din duda una novela corta pero intensa,conmovedora y que te desgarra,te atrapa y no puedes dejar de leer.La recomiendo.Muchas gracias a Maren que me la recomendó.Como sabías que me iba a gustar.Gracias.

Conmovedor relato, padre e hija que viven el desarraigo y marginación de los migrantes, un mundo sin esperanzas. Un padre que calla el pasado con la esperanza de que su hija pueda alcanzar un futuro, y quizá la priva de lo único que hubiese podido salvarla del fuego

Este libro narra la historia de un padre que escapa de una masacre, ocultándose con su hija entre cadáveres y tiene que pasar muchas penurias y por muchos lugares hasta poder asentarse en un lugar donde poder vivir con su hija. Un libro escrito con tanto sentimiento, que nos hace estremecer hasta lo más hondo del alma, cortito pero sublime.

"Te acomodo en el hueco de mi axila, te tapo suavemente. Soy tu mundo y mientras tu piel lo percibe, mientras me respiras, me tragas casi, no sabes que tienes hambre y sed". Fuego por fuego, de Carole Zalberg. Qué crudeza. Y qué modo de contarla. Desconocía a esta autora pero desde luego que la editorial Armænia –de nuevo Armenia en mi vida y en mis casualidades– parece que está hecha para mí, porque todos los títulos que saca son para devastar conciencias. Historias buenísimas quizá no para el gran público, porque no son relatos amables sino gritos de denuncia. La voz de aquellos que sufren. Esta es la dura y concisa historia de la emigración forzosa de un padre y su hija, un relato de exilio narrado a dos voces totalmente opuestas, dispares: él y ella. "¿No me queréis en vuestra casa? Ahí tenéis mi cadáver o mi libertad, que es como decir mi vida. ¡Miradme!". Él es la conciencia viva del horror, del genocidio, de la tortura, de la traición, del asesinato, de la huida a media noche arrancando a su bebé de los brazos de su mujer muerta y apartando los cuerpos de quienes amó, a quienes llamó familia y fueron su vida. Ahora están solos. Todo su mundo ha muerto. Han de huir al continente de la esperanza, allí donde tampoco nadie los quiere, pero al menos no llevan una sentencia de muerte tatuada a fuego en el pecho. "Debería habértelo repetido todos los días en lugar de ver cómo te alejabas, (…) convenciéndome, incluso, de que esa era la prueba de que tú sí pertenecías a este país, de que eso, mi flor, lo había conseguido yo: replantarte". Y ella, una adolescente inmigrante desubicada y llena de rabia. Desconoce su raíz y vive en un mundo donde siempre será extranjera, allí donde muchos autóctonos dirían que va mordiendo la mano que le da de comer… ¿en serio?, ¿eso hacemos?, ¿les damos de comer?, si no son más que migajas llenas de falsa caridad y afectación. Dos voces gritando incomprensión en el mismo idioma pero en dos lenguajes distintos. Un libro brutal y arrollador que nos coloca en el peor de los escenarios como seres humanos. Un libro que te arrasa. Te destroza. "Soy el único lugar donde puedes estar". En el corazón de un padre que recorre un infierno para encontrar un lugar a su hija.