Se pretende presentar aquí a un Foucault fuera de sí, uno que no es uno, lo que es siempre difícil cuando se calcula o mucho o muy poco. Por ambos recursos Foucault siempre se podría parecer demasiado a sí mismo. Cuando la cuestión se hace depender de la disciplina del historiador, resulta que la historia de la disciplina se cierne sobre su juicio. La historia de Foucault nunca se parece a sí misma, incluso cuando se trata de la historia del sujeto.