FLORES DE VERANO

Dicen que el hombre es el causante de todos los daños que pueden sufrir sus semejantes, lamentablemente es verdad. Cuando en la escuela a mis 12 o 13 años vimos el tema de la Segunda Guerra Mundial, y nos dijeron que los japoneses eran los malos, odie a todos los japoneses y creo que hasta mencione que tenían merecido la bomba atómica o nuclear que les cayó en Hiroshima y Nagasaki. Mi ignorancia a todo lo que da. Flores de verano es una obra formado por tres relatos publicados en 1947 y 1949, que narra la experiencia de uno de los sobrevivientes a esta catástrofe. Los relatos son el antes, durante y después de la bomba atómica. En ellos se refleja la crudeza de la situación, la incertidumbre o temor al escuchar las sirenas de un posible ataque del enemigo; el shock, la desorientación, la desesperanza, la impotencia, el desconocimiento de lo que paso; la intranquilidad, el miedo, el horror, el abandono, la reconstrucción y aceptación de un nuevo amanecer. Sin lugar a dudas, esta historia es un testimonio brutal de lo que sucedió y como lo vivió la gente. Esta historia es para darte cuenta que no toda población de un país está en guerra, son unos cuantos los que hacen la guerra y eso provoca que la demás gente sufra. El hombre acabando con el hombre sin ningún sentido.

Con un lenguaje duro y preciso el autor nos narra la confusión, la destrucción, el horror, y lo mejor y peor de va condición humana

Flores de verano es un libro escrito por Tamiki Hara, publicado en 1947 y tiene 102 páginas. El libro pertenece al género histórico, el autor fue testigo de la bomba atómica en Hiroshima y se suicidó pocos años después cuando el presidente Truman (que fue quién ordenó arrojar las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki), anunció que, tal vez, volvería a lanzar algunas más sobre la península de Corea… Tenía muchas ganas de leer este libro, no sabía muy bien con lo que me iba a encontrar… Es una historia desgarradora, triste, macabra, cruda… Y real, muy real. Hay algunos pasajes desoladores, el autor fue uno de los supervivientes al fatídico día en que una sola bomba arrasó la ciudad de Hiroshima. ¡Ni siquiera sabían de qué clase de bomba se trataba! Hay una frase que me ha marcado mucho, y es que una vez quedó la ciudad destruida el autor escuchó decir a alguien que lo ocurrido debía de tratarse de magia negra… Me ha encogido el corazón la lectura de este libro. No entiendo cómo pudo ocurrir algo así… No tengo palabras para escribir las emociones que me han provocado la segunda parte del libro. No deberían tirarse bombas en el mundo ni permitir que la guerra exista…

De esas historias que jamás se te borran de la cabeza. Tamiki Hara, escribe sobre le horror, pero también sobre la esperanza y sobre el deseo de vivir a pesar de que todo alrededor se esté derrumbando. Asistimos a una narración exquisita (excelente trabajo de traducción hay que reconocerlo) en donde el ambiente de las ciudades japonesas, antes y después de la tragedia, queda expuesta en palabras del autor. De corte biográfico -y porqué no, histórico- Flores de verano nos muestra que el horror de lo que no podemos controlar, puede tocarnos y cambiarnos para siempre.

Una dura historia que me ha estremecido. Cuánta brutalidad somos capaces de infringir a otros seres. Si su testimonio sirviera para no repetir

El escritor de esta obra, Tamiki Hara, vivió la bomba nuclear en Hyroshima y sobrevivió, de este hecho, salen los tres relatos que contienen esta obra. Preludio a la aniquilación publicado en 1949 Flores de Verano publicado en 1947 De las Ruinas, publicado en 1947 Una de las muchas obras de subgénero conocido en Japón (que describo en la presentación del libro), relata los hechos acontecidos antes, durante y después de la caída de la bomba nuclear. Hara se suicido en 1951 y esta obra no vio la luz en el occidente si no hasta 1970, ya que había una censura por parte de Estados Unidos a publicar cualquier cosa relacionada con las bombas atómicas que bombardearon en el Japón. No es si no hasta el 2011, que este libro ha visto la luz en castellano. No tengo palabras para expresar lo que este libro ha sido, una belleza sublime de escritura en contraste con lo durisímo que ha resultado su contenido. Ha sido toda una experiencia ir pasando de la forma de vida de una población que tiene que vivir en un país en guerra, las privaciones, los bombardeos, el ser llamado a filas para ir a la lucha, niños que son desplazados al campo para ponerlos a salvo de los bombardeos, pero también esa parte de la gente que vivía en Hyroshima y que de algún modo se creían a salvo de un ataque más fuerte. Luego viene la bomba, la explosión, el no saber que esta sucediendo, el fuego, salir de eso a donde sea posible, mientras sea lejos, ayudar a quien se pueda y como se pueda a escapar, porque entre tanto muerto había vivos, unos mas que otros, pero había que alejarlos del caos. Después viene el reconocimiento a lo que ha pasado, una ciudad derruida, los muertos, los medio muertos y los que quedan vivos que empiezan a enfermar y no se sabe como ni porque. Una historia cruda y dura, difícil trago, pero que Tamiki Hara ha plasmado de manera magistral