Fin del Milenio en Madrid surgió, según su autor, como una intersección de aspiraciones y minusvalías. El Madrid propietario de un vasto latifundio cultural y el Madrid incapaz de librarse de sus miserias costumbristas se encarnan en una serie de personajes, protagonistas de estos relatos, que lo recorren buscando -como en el teatro- un escotillón que los aparte de la colectividad y los coloque sobre la tarima de un inalcanzable día de gloria, aunque ello suponga un pago para el que todo el mundo es insolvente.