El escritor mexicano Salvador Elizondo es uno de los autores más representativos de la" novela de la escritura" : concepción de la obra narrativa como experiencia autorreferencial, ficción volcada hacia el propio acto de escribir. Esta obra constituye un ejemplo extraordinario de esta narrativa.
Qué rollo..! Este si que es un libro que aguanta uno a base de paracetamol al 100%. Elizondo traza el itinerario de un instante que se hace eterno a pesar de las pocas páginas que dura esa travesía. Entre recuerdos, redundancias y rodeos, Elizondo relata lo ocurrido en una fecha determinada, un martirio brutal sobre un personaje chino del que no se sabe nada, pero que por su dosis de crueldad se impone como una experiencia aterradora. Me quedé profundamente impresionado al final por la descripción de tal suceso y por la capacidad que ha demostrado tener el ser humano para castigar con saña a sus congéneres.
"La fotografía —dijo el doctor Farabeuf— es una forma estática de la inmortalidad."