De algún lugar deben de venir, y en algún tiempo crecieron y maduraron Juan Benet y Rafael Sánchez Ferlosio o Juan Marsé y Jaime Gil de Biedma, o Antoni Tàpies y Josep Guinovart... Ese lugar fue una miserable y áspera posguerra contra la que subsistieron y en la que tuvieron que aprender a hacerse hombres libres.