Tras los crímenes de Bremen, Erik Vogler necesitaba un descanso. Una cura de reposo, tal y como le aconsejaron los médicos. No en vano, las pesadillas con el "rey blanco" le asediaban casi todas las noches. Por ese motivo, acepta la invitación de su abuela Berta para pasar una semana en un lujoso balneario. Por supuesto no imaginaba que un relajante baño de barro se iba a convertir en un verdadero infierno.
Después de su primera y fatídica aventura, la abuela de Erik y su padre deciden que una estancia en un balneario no le vendría del todo mal, pero como bien se sabe, nunca llueve a gusto de todos y los problemas le persiguen a donde quiera que vaya Erik. Una buena segunda parte, te pasas la novela intentando ponerte de parte de Erik cosa que te lo pone dificil con su forma tan peculiar de ser.