Un verdulero trata de provocar la revolución social y en el intento amplía hasta tal punto su consciencia que comienza a, entender el mundo: los males del periodismo, la militancia de los setenta, el terrorismo, el poder burgués, el sexo, la familia y, al fin y al cabo, la revolución social misma. Mezcla del plan del Quijote y la novela social en escala concentrada, El terrorista descubre zonas inexploradas en el horizonte narrativo argentino. Brillante y enloquecedora, la novela de Guebel es un panfleto revolucionario.