Querido lector: No sé con qué palabras debo presentarte este libro, incluso después de las vueltas que ha dado. Escrito de una sentada hace más de cuarenta años, a la edad en que los atrevimientos son argumentos, dejé en él toda la fantasía descabellada y toda la torpeza expresiva que tenemos impunemente en la juventud. Confieso incluso que, en ese aspecto, nunca tuve una experiencia igual. El bolígrafo parecía en mi mano el mango endiablado de una escoba de bruja. Volé, no hay duda. Miguel Torga«La muerte no podrá borrar ninguna de las palabras que escribió.» José Saramago