La crisis económica obliga a Clay Jannon a dejar atrás su vida como diseñador de páginas web en San Francisco. Las casualidades y la curiosidad más absoluta le llevan a empezar su nuevo trabajo en la librería del señor Penumbra. Después de unos días trabajando, Clay se da cuenta de que la librería es un lugar muy extravagante y concluye que la tienda no es más que una tapadera para otro negocio. Su curiosidad pronto le lleva a ponerse a analizar el comportamiento de los clientes. Sin embargo, cuando sus descubrimientos le dirigen al Señor Penumbra, acaba por revelar que los secretos se extienden mucho más allá