Un inquietante thriller sobre el ciberbullying. Sam tiene 16 años y síndrome de Asperger, una forma ligera de autismo. Es un crac de los ordenadores, pero tiene pocos amigos y le cuesta interactuar con los demás en la vida cotidiana. Un día conoce a Martina y su mundo cambia. Le gusta mucho pero no sabe cómo acercarse a ella, y al poco tiempo descubre que un acosador la está poniendo en un grave peligro. Sam tendrá que esforzarse mucho para superar sus limitaciones si quiere ayudarla y desenmascarar al culpable. A partir de 14 años.
Fácil de leer. Bastante predecible como adulta. Me ha gustado sobre todo porque ayuda a entender un poco a las personas con síndrome de asperger, aunque el espectro autista es muy amplio y hay muchos grados. Destacable el mensaje de que hay que tener cuidado con quien se intima o establece contacto en las redes sociales. Como decían nuestras madres, no es oro todo lo que reluce.