Cuando la Unesco decidió reunir en sólo cien volúmenes a los autores más importantes de la literatura universal no vaciló en dedicar uno de ellos a la gallega Rosalía de Castro. Obra de madurez, El primer loco fue publicada por primera vez en 1881 y, más de un siglo después, conserva intacto su poder de seducción y su capacidad para atraparnos en su red, cual si de una tela de araña se tratara, desde su primeras palabras.Transporta al lector a un mundo fantástico y sobrenatural, misterioso y telúrico, a caballo entre la realidad y la fantasía.
Es la primera vez que leo a esta escritora española del siglo XIX y me ha deslumbrado por su bellísima y elevada prosa y por la trama trágica y bella de la narración. Luis es un joven perdidamente enamorado de una joven de su pueblo de situación muy acomodada, ella se casa y él queda sumido en la desesperación de un amor vehemente y enfermizo que lo conduce a la irrealidad y al no vivir, es así como comete una serie de insensteces que lo convierten en una hombre desgraciado y así él solo se forja futuro aciago.
Breve relato en que se narra la descripción, sin escatimar detalles, del tormento de un alma herida por un amor no correspondido, ficticio, irreal, casi absurdo. Hay un delirio extremo en la forma de vivir ese amor de Luis, el protagonista, llegando a construir en su mente un relato entre lo místico y lo absurdo. La locura lo llevó a ese amor, o ese amor lo llevó a la locura, el orden de factores no altera el producto.
Si el dolor pudira pesarse, ¡Como podríamos admirar entonces las colosales fuerzas de algunos espíritus, la podrosa energía de algunas almas nacidas y templadas para el sufrimiento!
La flor que brota entre la maleza, pocas veces logra atraer las miradas de los que gustan de aquellas otras nacidas en los bien cultivados jardines.