Un joven español da tumbos por Berlín. En su teléfono conviven apps para buscar piso, trabajo y sexo. Su abuela también emigró a Alemania, pero acabó volviendo al pueblo para formar una familia. Allí es testigo de cómo su nieto hace dos descubrimientos: que es marica y que es pobre.
Es un libro muy corto, ágil de leer pero con una gran carga emocional. Te atrapa desde el principio y lo lees de una vez. Nos narra la historia de un chico gay que emigra a Alemania intercalando su narración con la de su abuela que años atrás también emigró. Contado en primera persona por el protagonista y con saltos temporales. La historia de la abuela es una historia dura también, le tocó vivir situaciones muy difíciles. En pocos páginas el autor nos habla de discriminación, te llaman algo que no tú mismo sabes aún que eres. De la crueldad de unas palabras que se nos clavan muy dentro y sin difíciles de olvidar. Pero también habla de familia, de esa abuelas luchadoras. Si no lo habéis leído, lo tenéis que leer. Os dejará el corazón blandito.