Narra la vida de ocho delincuentes en el Ecuador, los castigos a que se les somete, el problema moral de la pena de muerte y la ineficacia del sistema penitenciario. La anécdota avanza hacia el grupo de prisioneros mantenidos en una isla de las Galápagos y de allí emergen Bruno, el convicto inteligente y resentido, y sus compañeros, que quieren escapar para ajustar sus propias cuentas con la justicia.