En el último adiós a Santiago Ramón y Cajal alguien desliza un libro bajo un ramo de flores. Se trata de un libro de fábulas con dibujos en color, que un amigo de infancia, fascinado por sus ilustraciones, no pudo evitar robar al científico, hace más de setenta años, cuando, siendo niños, este lo lleva como un preciado tesoro a la escuela. El robo nunca fue confesado, ni devuelto el libro, pero se hicieron amigos para siempre. Ahora, saldada la deuda, de regreso a su casa, el amigo irá recordando la extraordinaria trayectoria de aquel compañero de aula, Santiagué, que se convertiría en el científico español más importante de todos los tiempos: su llegada de niño, en 1860, al pueblo de Ayerbe, en Huesca; las travesuras infantiles; su temprana afición a la pintura; la severidad del padre; los estudios de medicina; las investigaciones; el descubrimiento de la teoría de la neurona; y, finalmente, el reconocimiento internacional y los premios.
Recomiendo esta novela como una buena forma de enseñar a los jóvenes quién fue Santiago Ramón y Cajal. No es una biografía al uso, sino que vemos al ilustre médico desde los ojos de uno de sus mejores amigos. Nos describe su infancia, su familia, las complicaciones que le supuso ser tan curioso en su adolescencia, su carácter fuerte y seguro de sí mismo, sus inquietudes y miedos, su desarrollo profesional y su lucha constante. Su historia resulta mucho más cercana al ser contada por alguien que lo conocía tan bien.