El hombre moderno ha dejado de ser una criatura integrada al cosmos para convertirse en un ser sin centro cuya misión es buscar un lugar en el mundo. La comparación del pensamiento moderno con el pensamiento renacentista permite reinterpretar el Renacimiento a través de la modernidad: dos visiones complementarias del mundo occidental.
Villoro señala muy fácil las características del pensamiento moderno que nació en el Renacimiento. Los primeros 6 capítulos señala como el hombre a través de su capacidad de superarse, toma al mundo de forma más racional y construye otro que lo hace separarse del resto la naturaleza, consolidandose la idea de cultura. En el capítulo 9 hace un breve análisis de las desventajas de la posmodernidad, omitiendo a la razón como herramienta de desarrollo del género humano.