¿Quién mató a Juan Pablo? En septiembre de 1978, el llamada "papa de la sonrisa" moría después de treinta y tres días de haber sido elegido. La versión oficial anunciaba su muerte como debida a un infarto de miocardio. David A. Yallop inició su investigación a petición de ciertas personas residentes en el Vaticano que se sentían preocupadas por las extrañas circunstancias que rodeaban esta muerte. Tras tres años de investigación, el autor descubrió la existencia de una red de corrupcioón que se detalla en este libro. Edición actualizada con los últimos descubrimientos del autor. Incluye capítulos post scríptum escrito a finales de enero de 2007.
Año de publicación:2008
Interesante investigación. Q el Papa Luciani era un estorbo esta claro, una buena persona que quiere hacer bien su trabajo, no tiene mucho futuro en esta vida. De hecho, llego muy lejos para ser como era. Se hace un poco farragosa la parte de negocios, banco, trapicheos y demás mierdas del Vaticano. TE queda claro que la Iglesia como tal es una empresa que va muy bien. No se puede confundir Iglesia con creencia o tener fe, hay que dejar claro ésto. La parte de la ida de este señor, la parte del papado, me han resultado mas atractivas. Saber como era y lo que quería hacer me ha sorprendido. Que la mafia como tal, no solo existe en Italia y no solo en Sicilia, la hay en muchas mas partes. De hecho en el mismo Vaticano tenían unos cuantos mafiosos con sotana que no tenían nada que envidiar a los famosos de toda la vida. Qué gran Papa hemos perdido!! y ahora mas que nunca, no logro entender la fama del Juan Pablo II no solo no cambio nada, sino que permitió trapicheos cuando la beneficiada era Polonia. Entiendo menos aun que le hayan santificado, eso me lleva a pensar q a saber que santos tenemos por aquí de siglos pasados, que de santos nada de nada, mas bien todo lo contrario. Y luego esta Juan Pablo I que siento un buenazo, un verdadero cristiano, un señor inteligente, culto, q sabia lo que hacia y había que hacer, lo tienen olvidado. Una pena, muy muy triste.
Intrigante y no menos cautivante investigación de lo que sucedió (o no) alrededor de la muerte del Papa Sonriente y deja las cartas sobre la mesa para que cada cuál sienta o crea lo que desee respecto a este caso, a pesar de que el autor es claro en concluir que Albino Luciani fue asesinado.
Buenísimo este libro
Calificación General:9,5