Pudiera pensarse que la lógica resuelve nuestros problemas, sin embargo, es la intuición la que la mayoría de las veces nos aporta una solución. A María le interesaban las civilizaciones antiguas. Un día fue de excursión con sus compañeros de clase y encontró una cueva. Dentro de la cueva cogió algunas piedras extrañas y llegó hasta un laberinto. Tuvo que permanecer muy tranquila y relajada para encontrar la salida..