Denise Affonço trabajaba en la embajada francesa en Phnom Penh, capital de Camboya, cuando los jemeres rojos tomaron el poder en 1975. Fue deportada al campo como la mayoría de habitantes de las ciudades camboyanas; el régimen instauró un estado agrícola en el que todos debían trabajar la tierra. En los cuatro años de dictadura de los jemeres rojos la población tuvo que soportar hambrunas, enfermedades y ejecuciones sistemáticas. Murió una cuarta parte de los habitantes del país, cerca de dos millones de personas.
Es necesario no olvidar estas historias desgarradoras para que no vuelvan a ocurrir nunca, testimonio de una sobreviviente de los Jemeres Rojos asombroso la crueldad humana y admiro a Denise Affonco para escribir su historia y revivir otra vez los momentos de crueldad a los que fue sometida ejemplo de fortaleza en las adversidades y de superación con una disciplina implacable