EL HOY ES MALO, PERO EL MAÑANA ES MÍO

SALVADOR COMPAN VAZQUEZ

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Sinopsis de EL HOY ES MALO, PERO EL MAÑANA ES MÍO

Un acercamiento matizado, poético y perturbador a nuestro pasado más reciente.

1 reseñas sobre el libro EL HOY ES MALO, PERO EL MAÑANA ES MÍO

EL HOY ES MALO PERO EL MAÑANA ES MÍO - Salvador Compán Fue un tiempo de mentira, de infamia- que diría Machado - en donde nace el germen de esta novela y donde ni el espacio en que se ubica tiene aspecto de real: Daza, esa ciudad que es mezcla de Úbeda y Baeza. Esa ciudad que a la vez es la isla flotante del desasosiego, encarnada en los veinticinco años de paz de un hombre que navega en la aparente mar en calma de su penitencia inmisericorde. Daza, ese equilibrio ante el precipicio de un Vidal Lamarca que mucho tiene de vida marcada por el pasado de sus culpas. Pero no quiero hablar de la perfecta cuadratura de la novela en su estructura entre el pasado y el presente, entre la novela de intriga o la costumbrista; en un ir y venir para encajar las piezas y comprender. No quiero hablar de Cesar Vallejo, Machado, Miguel Hernández o León Felipe asomándose entre líneas. No quiero hablar de esa música que sabe a años sesenta y nos acerca al presente de la historia. Tampoco quiero hablar de Zabaleta, tan humano y real, ni de sus pinturas reflejándose en los ojos de Vidal. No, no quiero hablar de nada de esto. Sólo quiero hablar de un libro que genera un mundo paralelo. Sin serlo, se convierte en una novela gráfica que se nos representa en la mente: los ojos de Clara, la sensualidad de Rosa, el frío del bosque roto por los disparos, el camión de la justicia de los muertos y el perro Bocanegra, amarrado a un don de clarividencia sin atenuante en la condena. En verdad, y pensando en todo esto, sólo quiero hablar - y no puedo - de un homenaje encubierto, de una realidad cruenta, de un exterminio que muchos se empeñan en enterrar porque es demasiada la culpa y la vergüenza que en ella late. Dice Compán en boca del narrador que el sentimiento de culpa puede no necesitar causas sino espejismos y bastarle un cuerpo indefenso para enraizarse. "Dios y la patria son las cárceles de los paredones de fusilamiento donde siempre se ha inmolado el pueblo". Esto no es filosofía, es la realidad y esa realidad viene representada por una vergüenza, la del fusilamiento de Carlos Gómez Carrera 《Bluff》y el de otros muchos con nombre y apellidos, a los que el libro saca de la fosa común que había intentado tapar la tierra del olvido. Pero, para que el olvido venza a la memoria es necesario dejar que los vivos entierren dignamente a sus muertos. Por eso el muerto habla y sigue hablando: "ni tienen piedad ni pueden tenerla porque son monoteístas y, además, han aprendido lo peor de la Biblia: su inmensa crueldad". Ojalá esa realidad - que un día fue sólo posible - no hubiera pasado de ser conjetura y que nuestra España fuera "como el diamante clara, como el diamante pura".