En esta obra póstuma, Ortega aborda uno de los temas fundamentales del pensamiento contemporáneo: la naturaleza del hecho social. En un lugar situado entre Weber y Durkheim, Ortega reconoce la fuerza de la sociedad como entidad propia, la importancia de la tradición y su cultura, pero no renuncia a situar al individuo como agente final de cualquier cambio.
Libro escrito al final de su vida, nos habla de temas que él considera más sociológicos que filosóficos pero que como cree que en aquella época la sociologia estaba un poco verde, pues seguramente decidió hacer este libro. No obstante viene a decir que por muy generales que sean los temas o los usos como los describes, pues no hay que olvidar que cada uno es un individuo y por lo tanto "un mundo".