Después de señalar las significativas coincidencias observadas entre el simbolismo de los sueños y ciertos elementos característicos de los mitos, el autor expone en forma ordenada dichos elementos, con los que ilustra mediante profusas referencias, las mitologías de los grupos culturales más diversos.
El héroe ha muerto como hombre contemporáneo, pero ha renacido como hombre eterno, como hombre universal perfeccionado e inespecifico.
El héroe de ayer se convierte en el tirano de mañana, a menos que se crucifique a sí mismo hoy.
En vez de limpiar su propio corazón, el fanático trata de limpiar el mundo.
Dónde quiera que vague el héroe , haga lo que haga , Siempre está en presencia de su propia escencia , por qué tiene el ojo perfecto para ver , no hay separación .
Unas veces un tonto, otras veces un sabio, unas veces poseído de real esplendor, otras veces errando, unas veces tan quieto como un pitón, otras veces con una expresión benigna, unas veces lleno de honores, otras insultado, otras desconocido; así vive el hombre realizado, siempre feliz con la suprema dicha. Así como un actor es siempre un hombre, lleve o no la indumentaria de su papel, así es el perfecto conocedor de lo Imperecedero, siempre lo Imperecedero y nada más.”