Pocos libros se han hecho esperar tanto como éste. Reclamado insistentemente durante años por los lectores, el retraso en su aparición está vinculado a la h historia de Ediciones Cristiandad. Al cumplir por fin el proyecto de publicarlo, nuestra editorial salda una deuda histórica y puede dar por concluido un período de su evolución interna. Afortunadamente, ha podido encargarse de la traducción Dionisio Mínguez, que tradujo también los volúmenes precedentes.