EL DOMINGO DE LAS MADRES

Un argumento sencillo contado de una forma diferente a veces complicada. El autor nos narra la historia de una joven desde sus pensamientos y reflexiones. Crece en un orfanato, trabaja como criada en su juventud y se convierte en escritora a partir de un domingo clave en su vida. La evolución de Jane contada en tercera persona de forma peculiar con idas y venidas temporales sin exceso de detalles y explicaciones. Me ha gustado, es de estos libros que me sacan de mi "zona de confort".

“El Domingo de las Madres” se sitúa temporalmente en el 30 de marzo de 1924, en la Inglaterra, en un nuevo encuentro amoroso entre una criada de 23 años y el hijo de una familia de clase acomodada, vecina al lugar donde trabaja Jane. Pero no se será un encuentro mas, ese combate amoroso dará lugar a un repaso de su vida y los acontecimientos posteriores. Es una época de quiebre en la Inglaterra señorial y el ascenso social es posible. Es básicamente un libro con mirada femenina. LIBRO RECOMENDABLE Comienza así: Érase una vez..., antes de que mataran a los chicos y cuando había más caballos que coches, antes de que desaparecieran los sirvientes varones y en Upleigh y en Beechwood tuvieran que arreglárselas con una cocinera y una sirvienta, los Sheringham eran propietarios no sólo de los cuatro caballos de su cuadra, sino también de un ejemplar que podía considerarse un «señor caballo», un caballo de carreras, un purasangre. Se llamaba Fandango, y su caballeriza estaba cerca de Newbury. Nunca había ganado nada de nada. Pero era el pequeño lujo de la familia, su esperanza de fama y gloria en las carreras del sur de Inglaterra. El trato era que Mamá y Papá -conocidos también, en el extraño lenguaje de él, como «los ineptos»- eran dueños de la cabeza y el cuerpo, y Dick y Freddy y él de una pata cada uno. -¿Y la cuarta pata? -Ah, la cuarta pata... Ésa ha sido siempre la pregunta. Durante la mayor parte del tiempo no fue más que un nombre, un nombre que no podía verse, aunque un nombre muy caro dividido en cuatro y perfectamente adiestrado. Se había vendido en 1915, cuando él tenía quince años. «Antes de que tú aparecieras, Jay.» Pero una vez, hace mucho tiempo, una mañana de junio temprano, emprendieron toda una expedición extraña y disparatada sólo para verle, para ver cómo montaban al galope a Fandango, su caballo, por las colinas. Para contemplar desde la valla cómo se acercaba, atronador, con otros caballos y pasaba ante ellos como un rayo. Estaban él y Mamá y Papá y Dick y Freddy. Y -quién sabe- alguna parte interesada y fantasmal, propietaria real de la cuarta pata.

Qué gran tristeza y qué gran placer leer este libro.

En esta fascinante novela se narra magistralmente como lo ocurrido un día entre dos amantes, Jane Fairchild empleada de hogar y Paul Sheringham hijo de una familia aristócrata y adinerada de la Inglaterra de 1924, marca toda la vida de ella en el futuro, que llego a los noventa y muchos. En aquel día tenía 22. El autor se mueve perfectamente por los tiempos de antes y después de ese día, de esos momentos sin que resulte superfluo ni agobiante, sino al contrario, aporta luz a lo que ocurrió en ese periodo. Con solo poco más de 100 páginas se presenta con precisión facetas esenciales del amor, el deseo, el feminismo, la mediocridad de la aristocracia inglesa de ese tiempo y lo capital de tomar decisiones apostando por lo que más se desea, asumiendo los riesgos que hagan falta. Y esto, en esta obra, lo realiza una mujer que -sin duda alguna- vivió su vida.

Si un libro pudiera ser viento fuera éste. Una criada huérfana con todas las papeletas de no ser protagonista de nada. Pero lo es de este libro. Y no sabremos nada de ella, ni de los personajes que la rodean, ni del narrador si me apuran, y sin embargo ¡cómo se desliza la vida casi sin ser contada! Si a una historia no se le pusieran palabras podría ser ésta perfectamente.