Antonio Martínez Ballesteros nos presenta dos obras muy distintas de aquellas que hace años le dieron a conocer en el ambiente del teatro independiente, incidiendo, como entonces en temas no excentos de crítica a determinados hábitos de nuestra sociedad. El despacho del señor calleja es una burla a los procedimientos burocráticos y a los personajes que pueblan este mundillo un tanto mezquino que bien conoce el autor por haber sido funcionario. Salir en la foto es una comedia en la que se muestran unas conductas y unos personajes nada edificantes, pero que el autor aborda con el mismo recochineo en su tratamiento, lo que hace que la obra pueda resultar muy divertida al lector o espectador, aunque después deje un poso un tanto amargo.