George Gastin se dedica a destrozar coches como parte de un entramado para sacar dinero a las aseguradoras. Uno de los coches que debe destruir es un Cadillac blanco impoluto que supuestamente iba a ser un regalo para Big Booper, fallecido en el accidente aéreo que también mató a Buddy Holly y Ritchie Valens. Pero Gastin, en un momento de debilidad, decide llevar el coche a través del estado de Texas hasta la tumba de Booper. Cargado de anfetaminas y perseguido por adversarios reales e imaginarios, Gastin emprende un road trip de miles de kilómetros y experiencias.