Inicie esta lectura con gran expectativa, el título sugerente, un escritor keniata me hicieron pensar que sería una grata experiencia leerlo. Ngugi wa Thiong´o ha logrado destacarse no solo en la academia, sino también en el mundo literario, el arte y la ciencia, ha sido un candidato recurrente al Nobel de Literatura. En su obra El brujo del cuervo, desborda imaginación, originalidad y sortilegios que invitándonos a regocijarnos con el realismo mágico que encontramos en las múltiples historias llenas de la tradición de su tierra, es así como emprendemos una larga y sorprendente travesía por la fantástica República Libre de Aburiria, gobernada por un dictador que sin clemencia busca someter a un pueblo que de manera asombrosa no permite que les pisen la cabeza Nos encontramos ante una fuerte crítica social y política que pone en la balanza a occidente y a África; las ilusiones y las congojas que persiguen a los personajes en su cotidianidad; la vida que llevan quienes tienen el poder y las personas de a pie que tienen que vivir una lucha constante para hacer valer sus derechos; aquí todo puede suceder… parece el mundo del revés que emerge en los acontecimientos que se trenzan para conmovernos, entretenernos y entristecernos, utilizando la sátira y la ironía como recurso narrativo para denunciar la corrupción que corroe a su país; la injusticia y el terror son el motor que impulsa a este pueblo a la sublevación… todo es válido hasta la magia. El autor analiza minuciosamente la desastrosa realidad en la que están sometida la sociedad africana.
Un presidente megalómano, que se hace llamar el Soberano, que pretende que sus súbditos no lo compare con Dios, puesto que el país tan solo existen Dios y Él, como merecedores de atenciones. En una África donde coexisten, los móviles, Internet, los correos electrónicos con la incuestionable magia de los hechiceros; donde cohabitan las más avanzadas aspiraciones técnicas modernas y las más ancestrales de las supersticiones. El texto está cargado de una ironía sutil y a la vez mordaz, incisiva y punzante. Es un texto inteligente, divertido, mágico y fantasioso. Es de lo más sorprendente de mis últimas lectura, el descubrimiento de un magnífico escritor, imaginativo y creativo. Sí, tengo dos comentarios uno impulsivo, lo que me salió en ese momento una vez acabada la lectura y este, algo más reposado y meditado.
No conocía al autor, pero ante la posibilidad de que recibiera el Nobel de Literatura me decidí a leerlo. El libro es realmente sublime, y el único motivo por el cual no le doy diez puntos es porque es excesivamente extenso. El relato tiene mucho de realismo mágico, con personajes de todo tipo: un soberano al mejor estilo de los dictadores de las mal denominadas repúblicas bananeras, un séquito cegado por el poder pero con una exagerada sublimación hacia el tirano; acciones disparatadas y plagadas de belleza, magia y candidez. Ngugi Wa Thiongo consigue en este libro realzar el poder de la palabra, llevándonos de la mano por un mundo lleno de sensaciones, colores, sonidos y olores. De fondo una crítica muy dura al imperialismo que sufre aún hoy África, al poder tiránico de las dictaduras que han gobernado el continente a lo largo de su historia, reflexiones sobre la política, el racismo, la unidad de los pueblos y la convivencia. Una maravilla
Hay una gran belleza en el hombre vestido de percal y calzado con sandalias, sin más armas que un bastón para andar y su credo de la no violencia, que se enfrenta al poderoso imperio británico, ¿no? "
El agua que bebo, la comida que como, la ropa que uso, la cama donde duermo; todo está determinado por la política, sea ésta buena o mala.
¿Cuándo fue que nos separamos? ¿Fue tan sólo ayer por la noche? ¿O fue el día anterior? Sea como sea, no importa. Ayer, el día anterior, hace años, ha sido la misma historia.
Tus propias acciones son un espejo mejor de tu vida que todas las acciones juntas de tus enemigos.
La condición de las mujeres en un país constituye la medida real del progreso de éste.